Presentación

Bienvenido al blog de la horda gris.

Todo empezó como un hallazgo casual, a finales de los 80 o principios de los 90, y en un primer momento, no parecía gran cosa. Al lado de la sección de libros de rol, dentro de una caja de zapatos, encontré unos blisters con una espumilla roja y una miniatura de metal en el centro. Ese día compré mi primera miniatura.

Adquirí la costumbre de añadir una o dos miniaturas de plomo al mes. Me encantaban. Un par de enanos listos para el combate, una criatura alada cubierta de escamas, una exuberante guerrera amazona, un impresionante dragón desmontado en tres piezas, un harapiento esqueleto, paladines de fabulosa armadura, un siervo desaliñado que arrastraba una carreta con cadáveres…  Pronto llené una cajita de hojalata con estos héroes de plomo.

Pasó el tiempo y descubrí nuevas marcas que también fabricaban miniaturas. Horrores primigenios, investigadores pulp, una caja repleta de guerreros esqueleto de plástico, peligrosos alienígenas equipados con armas biológicas, tozudos orkos con espadas sierra y humanos blindados con pesadas armaduras de potencia… Cada vez aparecían más miniaturas por casa, y pese a que pintaba rápido y mal, la cantidad de miniaturas por pintar siempre iba en aumento. 

Al final perdí la noción de la miniatura individual. Conceptos como unidad, o ejército fueron sustituyendo al de personaje, y las cajas cada vez más rebosantes de miniaturas, empezaron a amontonarse en mi habitación. El caos fragmentó unidades y dispersó las miniaturas. Finalmente la vida me empujó al abismo, se precintaron las cajas sin ningún orden y cayeron en la oscuridad y en un largo olvido que duró años.

Después de un tiempo tuve que tomar la decisión de desprenderme de ese lastre… pude librarme de muchísimas miniaturas, pero como fantasmas del pasado, muchas de ellas se resistieron a desaparecer. Simplemente significaban demasiado para mi.

Ellas forman la horda gris. Una horda de soldaditos en distintos tonos de gris plomo. Juntos como un monstruo de Frankenstein hecho de una miríada de piezas.

Mi intención es combatir al monstruo y hacerle justicia a esas miniaturas después de tanto tiempo. Resarcir el agravio. Pintarlas y buscar información sobre ellas.

Espero que este humilde blog sirva para eso. Sólo que un lector se haya sentido así en algún momento de su vida y el blog consiga despertar su interés, habrá valido la pena.

Espero de corazón que sea de vuestro agrado.

Gracias,

Germinal