Bad moon ork Dreadnought

El dreadnought orko es el trabajo conjunto de mekánikos y matazanos. Un involuntario gretchin será introducido en la máquina de guerra y lanzado al campo de batalla. No temáis por la lágrima en el rostro del gretchin, sólo está triste porque su abominación se ha quedado temporalmente sin munición. 

Hace ya un tiempo conseguí un par de Dreadnoughts orkos incompletos que almacené a la espera de encontrar las fuerzas necesarias para dedicarme a restaurarlos.

Aprovechando que este mes se celebra el #orktober y gran parte de la comunidad se lanza a pintar y convertir orkos, me dije que había llegado el día de hacerlo.

En la foto de abajo puede apreciarse el estado de ambos Dreadnoughts. A los dos les faltaban los pilotos, las escotillas, las dos armas pesadas y el mástil para sostener el estandarte. No iba a ser fácil encontrar las piezas y probablemente me costaría más caro que conseguir un Dreadnought completo, así que decidí hacérmelas yo mismo.

Restaurar una vieja pieza es una de las actividades que más me divierten y creo que es la esencia del movimiento Oldhammer. Esto no es solamente pintar miniaturas antiguas, en mi opinión. Se trata también de darles una segunda oportunidad a unas miniaturas que de otro modo caerían en el olvido y acabarían convertidas en basura. Así que a pesar de las dificultades disfruté mucho arreglando este modelo. 

Tuve que limpiar y pulir bien las piezas con un estropajo y Dremel, ya que el metal estaba mate y presentaba un aspecto poco pulcro.

Perforé con un mini taladro, los brazos, las tres secciones del cuerpo y las piernas; y puse varilla de latón en los agujeros para darle robustez a las uniones y poder trabajar adecuadamente con la miniatura sin miedo a que se despegara durante el pintado.

Después de pensar acerca de cómo quería que quedara el modelo, me decidí a recrear el mítico Dreadnought orko del clan luna malvada, que pintó el equipo ‘Eavy metal de la época. Tengo muy presente ese Dreadnought del reglamento de warhammer 40000 2a edición. Además forma parte de un proyecto de mayor envergadura en el que quiero dedicarme.

Aaaaains (suspiro), fijaos en el encanto retro de estas cuatro monstruosidades. No sabría cuál escoger!

Confeccioné un estandarte con varilla de latón y lo rematé con un cráneo de esqueleto, al que le añadí dos trocitos de plasticard imitando al diseño original.

La guía de pintura ‘Eavy Metal de Warhammer 40000 del año 93 contiene los secretos mejor guardados del gurú Mike Mcvey. Aunque queda desfasada en algunos aspectos, es una piedra angular y un documento de cómo pintar miniaturas de la época dorada de Games Workshop. La usé profusamente mientras me sumergía en este proyecto y nunca me despego de ella! 

A continuación busqué con qué podía recrear la escotilla. Lo que más se adecuaba fue un escudo de los tau que coincidía perfectamente con el hueco que quería tapar. Por supuesto, la estética tau no encajaba en absoluto con los orkos, así que tuve que esculpir remaches y refuerzos con masilla verde. Además, vacié el interior con la herramienta dremel para ahuecarlo.

Trabajar en paralelo es esencial si quieres aprovechar el tiempo. Mientras se forjaban las armas de masilla verde (véase el molde acotado por las piezas de Lego), hacía las setas, la escotilla y el mástil del estandarte. Tener una idea de lo que hacer en cada paso y saber administrar los tiempos, es la clave del éxito.

Encontré en mi cajón de restos varias armas pesadas orkas y escogí las que creí más adecuadas. Como no disponía de demasiadas armas sobrantes, las cloné en masilla verde mediante moldes de presión (oyumaru). Con los restos de masilla que me sobraron, me dediqué a hacer pequeños conos alrededor de trocitos de varilla de latón. Posteriormente los usaría como setas para la peana.

Por último, quedaba resolver cómo conseguir el piloto. Aunque podía cerrar la escotilla y dejar al Dreadnought sin que se viera quien lo pilotaba, creí que sería un elemento importante de la miniatura y le proporcionaría un encanto especial. Finalmente rebuscando entre la caja de restos, encontré al candidato adecuado. Un desafortunado gretchin sin pies que me vino en un lote, pasaría a ser el nuevo piloto del Dreadnought!


De nuevo, con varilla de latón recreé los cables que simularían conectar al gretchin con el Dreadnought. Presenté la miniatura y satisfecho con el resultado pegué todas las secciones de la miniatura dejando aparte el gretchin para poderlo pintar más cómodamente.


Con ayuda del aerógrafo empecé a dar los volúmenes en marrón amarillo y finalmente en amarillo puro. El amarillo fue sombreado con marrón rojizo a pincel.



Después, usando como guía la imagen del Dreadnought pintado por el equipo ‘Eavy Metal, fui copiando los detalles lo más fielmente que supe. Traté de usar colores intensos y poco sombreados para respetar el estilo de pintado saturado. Como suelo hacer, todos los detalles fueron hechos en freehand, incluido el estandarte. 

No sabría decir porqué, pero me he vuelto un enemigo acérrimo de calcas y estandartes impresos. Aunque ahorran mucho tiempo y dan cohesión en unidades grandes, me gusta la imperfección que transmite el pintado a mano.

El piloto fue pintado aparte y posteriormente pegado al habitáculo del Dreadnought. Y eso es todo! Próximamente restauraré el segundo dreadnought, pero de momento os dejo con las imágenes una vez terminado el trabajo. Creo que ha merecido la pena y espero que os guste el resultado. 

Un saludo!







Comentarios

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  2. Bufff me encanta. Hasta con esa peana tan moderna jajaja

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    1. Jajajaja!!! Ha sido muy divertida de pintar… y las setas volverán a aparecer en los orkos. :-)

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  3. Currazo ,con un resultado soberbio....increíble señor.

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